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La langosta Puerto Nuevo, la reina de la gastronomía bajacaliforniana

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TIJUANA – Los padres de Rosa María Plascencia nunca imaginaron que la receta de la familia se convertiría en un ícono de la cocina bajacaliforniana. Langosta era lo que había en casa para comer; su padre, pescador y su madre, ama de casa, siempre tenían productos del mar, un saco de harina y frijoles para el consumo familiar.

Oriundos de Jalisco, los Plascencia llegaron a esta villa de pescadores conocida como Puerto Nuevo, en 1956, con la intención de cruzar a Estados Unidos, lo que no lograron, por lo que establecieron su hogar junto a otras familias ahí y sin querer dieron inicio a una empresa familiar que ofrecía langosta a los viajeros que regresaban o iban a Ensenada a pescar.

“Desde los 7 años yo me integré al servicio. Esta empresa era sobre todo manejada por las mujeres: Mi madre y sus hermanas, los hombres pescaban, la langosta se obtenía aquí en Puerto Nuevo, comentó Rosa María.

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Plascencia de siente orgullosa de ser la heredera de la receta original y de seguir sirviendo a los comensales en su restaurante, el que solo dejó cuando se fue a estudiar Oceanología a Ensenada en Baja California.

Recordó que la langosta en esos años era muy barata y la combinación siempre causó asombro, por lo que empezaron a recibir constantemente a viajeros del sur de California y del estado de Baja California, esto a partir de los años sesenta.

De 2006 a 2008, la crisis económica en Estados Unidos, la guerra de los cárteles y otros eventos ahuyentaron al consumidor de California, por lo que tuvimos que apostarle al turismo nacional, que gracias a la Ruta del Vino en el Valle de Guadalupe empezó a visitar Baja California.

Los eventos artísticos, los festivales de vendimia que combinan arte, gastronomía y enología lograron atraer a un turismo de perfil alto, muchos de ellos arriban a Tijuana vía aérea y se hospedan en Rosarito o Tijuana, provenientes de Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara. Este segmento arriba en abril y beneficia a Puerto Nuevo y a todos los involucrados en el turismo.

Sin embargo, la langosta, empezó a subir de precio por la demanda que tiene en el mercado asiático, que compra el 80 por ciento, dejando un 20 por ciento para consumo local. El reto se tornó en mantenerla accesible, por ello se puede encontrar en Puerto Nuevo más económica que la que se consume en otros restaurantes de Tijuana o de Ensenada.

Para Plascencia, aunque la cocina Baja Med está revolucionando la oferta culinaria del estado, la langosta Puerto Nuevo es un producto consolidado, es una herencia cultural que representa una fusión de culturas, promueve la identidad, el arraigo; ambas deben seguir poniendo a la cocina del estado muy en alto.

“Tenemos que aprovechar que es un producto posicionado en la mente del consumidor, la gente piensa en Baja California y en langosta, no solo hay que preservar la receta original, sino presentar más de lo que cocinamos los diferentes restauranteros, innovar, crear”, recalcó.

Actualmente Puerto Nuevo es una comunidad restaurantera, con más de 35 establecimientos que ofrecen langosta, ubicada a 50 kilómetros al sur de la ciudad de Tijuana y forma parte del Corredor Turístico Tijuana-Ensenada.

En noviembre, la comunidad y visitantes de Puerto Nuevo serán testigos del hundimiento, frente a sus costas, del buque Uribe 121.

El Uribe 121 formará el arrecife artificial del Parque Submarino Acuático, que en un futuro próximo atraerá al segmento de buceo.

Puntualizó que este turismo va a requerir que se mantengan los estándares de calidad y la búsqueda de certificación en la prestación de servicios, es decir, estar a la vanguardia de lo que requiere un buzo tanto en traslado, renta de equipos, hospedaje, alimentación y entretenimiento

Los comerciantes y empresarios restauranteros tenemos que hacer una alianza con los diferentes órdenes de gobierno para ofrecer un Puerto Nuevo seguro y de buena imagen.

Considerada Patrimonio Cultural Inmaterial de Baja California, la langosta estilo Puerto Nuevo, servida con mantequilla derretida, frijoles, arroz, salsa y tortillas de harina también, lo ofrecen en su menú restaurantes en otras ciudades del país e inclusive en Estados Unidos, pero nunca logran igualarla, “ya que el sabor de la langosta del océano Pacífico es insuperable, finalizó Plascencia.

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