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Academia innovadora ayuda con nuevo idioma

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En su noveno grado en la preparatoria Fallbrook, Jessica Vergara no sabía cómo hablar inglés y estaba teniendo problemas para aprender el idioma en casa porque sus padres solo hablaban español.

Siete años más tarde, Vergara habla inglés con fluidez, gracias a las clases en Palomar College en San Marcos y va comenzar su último año en la Universidad Estatal de San Marcos, donde está a punto de obtener un título de licenciatura en matemáticas.

Vergara ahora trabaja para convertirse en ciudadana estadounidense, y asiste a la nueva Academia Fallbrook de Aprendizaje Ampliado (Fallbrook Extended Learning Academy), para obtener orientación sobre el laberíntico proceso.

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“Quiero más derechos”, dijo. “Quiero que se me escuche como parte de la comunidad hispana. El voto hace la diferencia”.

La academia es un proyecto innovador iniciado por el distrito de escuelas preparatorias de Fallbrook a principios de este año, para ayudar a la población latina en la región a mejorar su dominio de inglés, y darles capacitación con otras herramientas necesarias para salir adelante. También está dirigido a ayudar a un fragmento de cerca de 300 estudiantes que no dominan el inglés en el distrito, a mejorar sus habilidades sin sentirse perdidos durante el tiempo de instrucción durante la semana.

Las clases en la academia -cuyo apodo es “La Escuela del Sábado”- operan durante 12 semanas. Cuando el programa fue lanzado en enero, cientos de estudiantes se inscribieron. La primera sesión del año escolar en curso comenzó el 12 de septiembre, con aproximadamente 300 estudiantes de preparatoria, sus padres y otros matriculados.

“Esto no había sucedido antes. Nuestra comunidad estaba hambrienta “, dijo Hugo Pedroza el superintendente de Fallbrook, quien está tratando de revertir la tendencia de la disminución de las matrículas del distrito y construir una mejor oferta académica.

La academia, que se espera requiera cerca de 215 000 dólares al año para funcionar, parece que ya ha prendido en el distrito donde el 60 por ciento de sus 2400 estudiantes son latinos.

Además de armar a los padres con nuevas habilidades de lectoescritura, los estudiantes llegan a ganar 5 horas de crédito si asisten las 12 semanas de clases llevando materias como zoología, ciencia, fotografía y música.

Los estudiantes no vienen solamente de Fallbrook, los autobuses hacen paradas en Oceanside y Vista y los llevan a Fallbrook. La academia es atractiva para los padres, porque se ha puesto en operación también una guardería, labrando un tiempo valioso para que aprendan a leer y escribir inglés.

El programa incluye algunas excursiones en la región, a lugares como el Centro de Ciencias de California en Los Ángeles, el Acuario Birch, el San Diego Zoo, y otros puntos educativos de interés.

La academia ha ampliado sus servicios desde que fue estrenada y fue la primera en incluir un crisol de iniciativas en el distrito escolar. Además de ofrecer clases de lectura y escritura, la academia ofrece una vía para aquellos que quieren un certificado de preparatoria, o comprender los entresijos de convertirse en ciudadano de Estados Unidos, o ser un grupo de apoyo para padres que quieren hablar con sus hijos sobre la importancia de asistir a la universidad.

Se ofrece una guardería para niños en edades de 6 meses a 14 años, donde los profesores proporcionan otra dosis de ayuda académica.

“A los niños no solo se les cuida”, dijo Pedroza. “Se les da habilidades literarias también. No solo están jugando juegos”.

Al superintendente de Fallbrook se le ocurrió la idea de la academia, después de crear una similar hace una docena de años en una preparatoria del centro de Los Ángeles, donde fue subdirector.

“Le pedimos a los 10 mejores maestros que enseñaran sus pasiones. Necesitábamos involucrar a los niños”, dijo Pedroza.

Patricia Ordóñez dijo que asiste a la academia porque necesita practicar su inglés.

“Es muy importante en mi vida”, dijo Ordóñez, que se queda en casa criando a sus hijos, y quiere ayudar con las tareas, pero no puede.

“Quiero venir”, dijo su hijo Emanuel de 14 años de edad, un tacleador de la ofensiva en el equipo de futbol americano de la preparatoria de Fallbrook y que sueña con ser un ingeniero civil algún día. “Quiero ir a la universidad, y las clases adicionales van a ayudar”.

Virginia Lemus, una antigua alumna de la preparatoria Fallbrook, que tomó las clases de la academia en la primavera pasada, dijo que logró tanto con su ayuda que decidió ser voluntaria y donar su tiempo para colaborar.

Sus padres emigraron a los Estados Unidos en 1985 de Oaxaca, México. “Ellos tienen muy pocos conocimientos de inglés”, dijo la joven Lemus de 19 años de edad. “Ellos no podían ayudarme con las tareas o hablar con mis maestros. Se sentían como excluidos. Mi hermana mayor terminó siendo algo así como mi mamá”, dijo Lemus de su hermana de 26 años de edad. “Esto es muy típico de las familias latinas”, dijo.

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