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Redescubren nacionalidad de Cabrillo

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Para el deleite de los historiadores de California y la angustia de la comunidad portuguesa de San Diego, una investigadora canadiense podría haber resuelto un misterio de casi 500 años.

Documentos antiguos descubiertos por Wendy Kramer demuestran que Juan Rodríguez Cabrillo, cuyo desembarque de 1542 en San Diego fue la primera incursión de Europa en California, era español.

“Esto”, dijo Robert Munson, historiador del Monumento Nacional a Cabrillo, del descubrimiento de Kramer, “podría ser la evidencia que demuestra donde nació Cabrillo”.

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Si es así, esto pondrá fin a un debate de siglos entre Portugal y España, los cuales han competido por el honor de reclamar a Cabrillo como su compatriota. Sin embargo, los historiadores han buscado en vano para encontrar documentación del lugar de nacimiento del conquistador.

“En todos los artículos que he escrito sobre Cabrillo”, dijo el profesor de historia de la Universidad de San Diego, Iris Engstrand, “señalo que no tenemos ninguna prueba de donde nació.

“Ahora, parece que si la tenemos”.

El mes pasado, Wendy Kramer de Toronto se conectó al Archivo General de las Indias en línea. En los documentos digitalizados de una demanda de 1532 que involucraba un robo de oro a bordo de una embarcación española, Kramer quedó sorprendida por el testimonio de un testigo.

Fue identificado como Juan Rodríguez Cabrillo, “natural de” Palma de Micergilio.

Una ciudad en la provincia de Córdoba, España.

“¡Oh Dios mío!”, recuerda Kramer haber exclamando. “¡Mira quién estaba en el barco!”

Su hallazgo fue aclamado como un descubrimiento histórico por Munson, Engstrand y Harry Kelsey, un erudito de investigación de la Biblioteca de Huntington y biógrafo de Cabrillo.

“Ahora mismo”, dijo Munson, “todas las evidencias circunstanciales señalan en la dirección correcta. Esta es la cosa más emocionante que me ha pasado en 40 años”.

La noticia perturbó a Idalmiro Manuel da Rosa, presidente del Festival de Cabrillo de San Diego, cuya 52 edición se celebrará este fin de semana del 26 al 27 de septiembre. En la comunidad portuguesa local, el evento anual festeja a un icono que creen fue un navegante portugués.

“He solicitado que los documentos sean enviados a nosotros para que los podamos entregar al gobierno portugués”, dijo da Rosa. “Definitivamente queremos llegar al fondo de este asunto”.

Las reclamaciones de Portugal han sido apoyadas por otras pistas, en particular un libro de 1615 escrito por Antonio de Herrera y Tordesillas, el cual describe a Cabrillo como portugués.

Sin embargo, la fuente de Herrera para esta afirmación es desconocida, mientras que la investigación de Kramer está basada en el Archivo de las Indias, un depósito de Sevilla de los registros de la época colonial de España. Siguiendo la iniciativa de Kramer, otros historiadores están analizando los documentos de 483 años y los están encontrando convincentes.

Munson, por ejemplo, señaló que Cabrillo testificó a sus raíces españolas mientras se encontraba bajo un juramento sagrado.

“Estas personas vivieron en una época cuando el invocar el nombre de Dios era poner en peligro tu alma inmortal”, dijo. “No habría ninguna razón para que Cabrillo jurara en falso debido a esto”.

Wendy Kramer, de 59 años de edad, admite que la historia colonial de Guatemala no es el tema más sexy.

“La mayoría de mis amigos ponen sus ojos en blanco”, dijo.

Sin embargo, ha estado fascinada por este tema desde que, como universitaria, visitó América Central para mejorar su español. Con la intención de permanecer solo un año, permaneció cuatro, dejándose llevar por los cuentos de los aventureros españoles que crearon una nueva sociedad en Guatemala del siglo 16. Esa sociedad fue formada por montañas de papeleo – donaciones, escrituras, contratos – copiados por empleados utilizando una intrincada caligrafía.

“Parece un estudio en rasguños de gallina”, dijo Munson.

No para Kramer. Pasó años dominando la paleografía hispanoamericana, el arte de la lectura de esta escritura arcaica.

“Era muy buena en paleografía, y yo no”, dijo Kelsey, que conoció a Kramer cuando ambos estaban realizando investigaciones en Sevilla. “Eso es donde ella sigue brillando hoy”.

Su trabajo dio lugar a un doctorado de la Universidad de Warwick en Inglaterra y al libro de 1994, Encomienda Politics in Early Colonial Guatemala, 1524-1544: Dividing the Spoils (Westview Press). Fascinada por la primera generación de conquistadores en Guatemala, se propuso escribir biografías de cada uno, trabajando en orden alfabético.

El mes pasado, al llegar a la letra C, estaba investigando a Gabriel de Cabrera. El índice en línea del Archivo de las Indias condujo a Kramer a tres casos que involucraban a este abogado, quien había estado transportando dos cofres de oro a España – impuestos adeudados a la corona, además de los fondos de individuos privados. El y su tesoro abordaron un barco en Veracruz y zarparon para Cádiz vía Cuba.

Cuando la nave llegó al puerto de La Habana, sin embargo, se descubrió que parte del oro había sido robado. El consecuente juicio involucró audiencias en La Habana, Tenerife, Cádiz y Sevilla. Los compañeros pasajeros del viaje de Cabrera fueron llamados a testificar – incluyendo a Juan Rodríguez Cabrillo, nacido en Palma de Micergilio.

¿Es este el mismo hombre honrado ahora por un monumento nacional en la punta de Point Loma? En documentos separados, “Juan Rodríguez de Palma” es descrito con datos personales – conquistando a los aztecas junto con Hernán Cortés, casándose con una mujer española – los cuales están de acuerdo con lo que los historiadores conocen sobre el explorador. Por otra parte, su presencia en España en 1532 está bien documentada.

“Está bastante claro”, dijo Kelsey, “que el hombre que hizo esta declaración es el mismo Juan Rodríguez Cabrillo”.

Un golpe de suerte

El 28 de septiembre de 1543, Cabrillo tocó tierra en lo que ahora es Point Loma. En este momento de triunfo, él tenía 43 o 44 años – se desconoce su fecha de cumpleaños exacta en 1499.

Después de una breve estancia en la bahía de San Diego, su expedición navegó hacia el norte para cartografiar la costa de California. En noviembre, se detuvieron en las Islas del Canal, en donde Cabrillo sufrió una fractura de hueso. Falleció semanas más tarde, víctima de la gangrena.

¿O fue asesinado? Al igual que gran parte de la historia de Cabrillo, su muerte es un misterio. Nadie sabe dónde fue enterrado, aunque una posible lápida fue encontrada en la Isla de San Miguel.

“Está marcada JR con una ‘s’ pequeña”, dijo da Rosa, señalando que la forma de escribir el nombre del explorador en portugués es “Rodrigues”.

El nombre portugués – Joao Rodrigues Cabrilho – está inscrito en una placa en el monumento nacional. Otra placa, en el faro del parque, utiliza el nombre en español: Juan Rodríguez Cabrillo.

La estatua del explorador que se encuentra en el parque, encaramada en lo alto del Pacífico, fue encargada por el gobierno de Portugal en 1939. “El gobierno portugués tiene prueba de que era portugués”, dijo da Rosa. “Y en Portugal, hay una ciudad, Cabril, y se piensa que nació cerca de ahí”.

Aun así, los expertos fueron incapaces de llegar a un consenso sobre la nacionalidad de Cabrillo. En una emisión de radio realizada por KPBS en 1978, el profesor de historia de la Universidad Estatal de San Diego, James Moriarty, argumentó que debió de haber sido portugués; Michael Mathes de la Universidad de San Francisco insistió que probablemente era español.

¿Por qué no conocían acerca de los documentos de 1532 que identificaban a Cabrillo como español?

“Estaba enterrado en un documento que no tenía nada que ver con él”, dijo Kramer. “Fue solo un golpe de suerte que me encontré con esto”.

Estos documentos han añadido credibilidad porque son el equivalente del siglo 16 de la transcripción oficial de un escribano del tribunal. Kramer encontró tres documentos separados en donde Cabrillo testificó; en dos de los documentos, se identifica a sí mismo como un nativo de Palma de Micergilio. En el tercero, es “Juan Rodríguez de Palma”.

“Los que niegan que Cabrillo sea español dirán que no es la misma persona”, predijo Kramer. “Pero es él”

De hecho, da Rosa advirtió sobre tomar un juicio apresurado. “Realmente tendría que leer muy cuidadosamente el contenido de este documento. No solo identifiquemos pedacitos y partes y dejarlo en eso”.

Munson está de acuerdo, hasta un punto. Los registros de nacimiento, dijo, deben ser buscados en Palma del Río en España, el nombre actual de Palma de Micergilio.

“Tienes que precisar este tema detalladamente”, dijo. “Tenemos un buen caso circunstancial aquí y si resulta ser cierto, sería una mina de oro”.

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