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Organización no lucrativa promueve el giro educativo en Barrio Logan

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Barrio Logan College Institute nació en 1996 con el objetivo de formar y motivar a estudiantes del vecindario a que fueran a la universidad, siendo algunos de ellos, los primeros en sus familias en acceder a este nivel educativo. Con esto se buscaba que pudieran acceder a puestos de poder y tomaran decisiones laborales en favor de sus familias, su comunidad y la sociedad en sí.

El proyecto que hace veinte años comenzó con dos estudiantes de tercer grado, cuenta hoy con 366 alumnos de más de 50 escuelas. La mayoría de los fondos son privados y provienen de individuos, empresas, fundaciones y cuenta además con un programa satélite en Chula Vista.

Además de ofrecer actividades durante los fines de semana y el verano, los programas del Barrio Logan College Institute, o BLCI, se imparten entre semana después de la escuela y se dividen en: el programa para los estudiantes de primaria, en el que se quiere establecer una base educativa fuerte; el de secundaria, que se centra en el desarrollo personal; el de la preparatoria, que ayuda a los estudiantes a encontrar la universidad más adecuada según sus objetivos; y el programa College Success, que les asesora para solicitar plaza y ayuda financiera y permite al BLCI el seguimiento de su carrera universitaria.

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La organización también requiere que los padres colaboren 30 horas al año con la organización limpiando, cocinando para los niños y asistiendo a talleres que les enseñan el sistema educativo americano, cómo manejar sus fondos, el uso de un ordenador y todo tipo de habilidades útiles para contribuir al desarrollo cultural del barrio.

“Entré en el BLCI en 2009 y me encontré con una cartera de programas magnífica. Yo mismo viví con los recursos de una familia de madre soltera y fui el primero en estudiar con el apoyo de personas que creyeron en mí. La universidad me transformó y me hizo darme cuenta de que, como ser humano y ante los sistemas creados por nosotros mismos, yo también podía inspirar y trabajar con otros para promover un cambio en las comunidades latinas”, nos cuenta José Cruz, director ejecutivo del BLCI.

La organización empezó a mandar estudiantes a la universidad en 2004. El promedio de éxito en su propósito es de un cien por cien: todos los alumnos que pasan por el programa de la preparatoria del BLCI entran a la universidad, y de ellos un 89 por ciento ya se han graduado o están en camino de hacerlo, lo que resulta en 36 alumnos con título universitario de 124 que se hallan en proceso.

“Es un promedio fuerte pero estamos trabajando para que la totalidad de ellos terminen sus estudios universitarios. Una vez que están fuera, hemos de buscar maneras creativas de mantenerlos enfocados”, dice Cruz.

Todos los asistentes a los programas de la organización son latinos debido a que el 90 por ciento de los residentes del barrio pertenecen a este grupo étnico. Las familias, la mayoría de padres inmigrantes e hijos nacidos en Estados Unidos, encuentran un gran apoyo en el BLCI.

“La gente nos ve a los empleados como el ejemplo clave de los beneficios del programa al ser también los primeros de nuestras familias en haber estudiado. Y luego, nos asociamos con los estudiantes. Por ejemplo, Panchito y yo acabamos de tener una junta para buscar un espacio más grande para la organización porque estamos creciendo”, comenta el director ejecutivo.

Panchito es el alias de Francisco Martínez, un estudiante de 17 años que ha asistido al BLCI desde el cuarto grado y que ahora iniciará sus estudios universitarios en San Diego State University gracias a una beca de 30 000 dólares. Martínez ha colaborado activamente con el director ejecutivo de la organización para crear el programa Executive Director’s Leadership Council (EDCL).

“La razón para lanzar el programa de liderazgo se basó en querer ayudar a los posibles líderes del BLCI a que vayan a la universidad y regresen para seguir contribuyendo al cambio y al desarrollo educativo de toda la comunidad. Estoy muy emocionado con el rumbo que estoy tomando al ir a estudiar y trabajar aquí [en el BLCI] a la vez”, nos cuenta el joven.

El EDCL se puso en práctica desde septiembre de 2014 hasta principios de verano de este año como un programa piloto en el que se educó a cuatro estudiantes sobresalientes en la preparatoria. Estos, junto con Martínez y dos alumnos más que ejercerán de presidenta y vicepresidente, pasarán a formar parte del equipo que imparta el programa de liderazgo en su próxima edición, cuyas fechas y duración están pendientes de confirmar.

“El origen de este programa es una historia interesante”, relata Cruz. “Hace un año Panchito empezó a cuestionarse por qué tenía que ir a la universidad. Solo contaba con la visión de que te puede proporcionar más dinero. Cuando le expliqué cómo la universidad cambió mi vida, se sintió más inspirado y, juntos, creamos el EDCL para transmitir el mensaje adecuado a los estudiantes que pudieran tener las mismas dudas que él”.

“Yo no me considero una persona materialista”, reafirma Martínez. “Valoro más a la gente que al dinero pero José me hizo ver que la universidad me ayudaría a aprender sobre mí mismo, mis pasiones, mis fortalezas y cómo aplicarlas; y sobre los problemas y cómo ayudar a la comunidad, que es lo que realmente quiero hacer. Me dio un valor diferente sobre la universidad”.

Para más información, visite la página

blci.org.

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