Servicios Latinos del centro LGBT de San Diego se vuelcan en su comunidad

The Center es una organización sin fines de lucro. María González

Pocas semanas después de la legalización del matrimonio gay en Estados Unidos, entrevistamos a Ricardo J. Gallego, director de Servicios Latinos de The San Diego LGBT Community Center. Éste es el primer centro que ofreció servicios latinos en todo el país y la iniciativa cumplirá once años este octubre.

¿Qué servicios proveen exactamente a los latinos?

Muchos de los servicios que damos aquí son de apoyo. Damos orientación a personas que no hablan inglés y que tienen que rellenar un formulario de trabajo, documentos para el seguro social, etcétera, o a personas que necesitan un abogado.

En especial con los casos de inmigración, en nuestra comunidad se sufre mucho abuso legal. Nosotros tenemos una lista de abogados que sabemos que van a ser leales con el cliente y de bajo costo.

También hacemos traducciones. Si alguien viene con una carta o documento, se lo traducimos, o le ayudamos a redactar su historia en caso de asilo político. Y educamos en cuanto al VIH a cualquier persona e institución. Formamos escuelas, negocios, industrias que tienen mucho personal y quieren aprender cómo tratar a la comunidad LGBT y entenderla. Por ejemplo, hemos estado educando al departamento de policía de San Diego.

Cierto es que, ahora que se acaba de aprobar la ley, frecuentemente orientamos a la gente que se está casando con personas del mismo sexo. Les ayudamos a saber qué tienen que hacer para seguir el procedimiento porque aún hay mucha confusión en este tema.

Luego, durante la semana, tenemos varios grupos que se reúnen de 6 a 8 de la tarde aproximadamente para discutir sobre los temas que sean de interés para ellos: el tercer lunes de cada mes, tenemos el grupo Mi Familia, compuesto por personas con familiares pertenecientes a nuestra comunidad; los martes, un grupo de mujeres que se identifican como lesbianas o bisexuales; los miércoles, Las Manzanitas, para personas infectadas y afectadas del VIH; los jueves, Acción Positiva, grupo cerrado para hombres; y los viernes, Transgénero 2000, para personas transgénero.

¿Cómo se deciden los temas para las sesiones?

Hacemos las sesiones dependiendo de lo que esté pasando en el grupo en ese momento. Yo puedo tener una agenda en la que tenga pensado hablar de un tema determinado pero luego, a la hora de la sesión, alguien puede comentar un problema y ahí es cuando la dinámica cambia radicalmente porque es más importante lo que le está pasando a esta persona.

¿Se crean lazos de amistad con los asistentes?

Sí. Aquí viene gente que no tiene ni un pariente cerca y pasamos a ser la familia extendida de ellos. Mi papel de facilitador no se acaba tras la sesión ni es algo exclusivo del jueves. Por ejemplo, hoy mismo recibí tres llamadas de personas que querían hablar conmigo como si yo fuera su papá, hermano o tío. Creo que esto es parte del compromiso que tenemos aquí, el que todos seamos una familia y que nadie se sienta tan solo. Ellos no son unos números para nosotros, son personas, lo que marca la diferencia y el éxito de Servicios Latinos.

¿Todos los servicios son sin ánimo de lucro o se obtienen beneficios de alguno?

No, esto es no lucrativo. Aquí no nos vamos a hacer ricos nunca (risas) pero la satisfacción que te llevas es maravillosa.

¿Cómo se sostiene el centro siendo no lucrativo?

La mayoría del dinero con el que se mantiene procede del apoyo de personas individuales que se sienten comprometidas con la causa y desean donar al centro. También hacemos actividades, obras benéficas, una gala importante al año… Acabamos de tener un evento llamado Frida que también aporta dinero para mantener el centro. Pero básicamente nos sostenemos a través de lo que la gente nos aporta.

¿Qué número de personas puede haber en los grupos?

Varían mucho, los grupos son muy inestables. El grupo con más retención es Acción Positiva, con un mínimo de 17. Se pueden tener seis personas, diez, quince… Depende mucho de factores como la época del año, el clima (si es malo, no salen) o la situación económica: si la gasolina está muy cara, la gente que vive lejos no puede venir.

¿Suelen venir participantes desde lejos?

Viene mucha gente de la zona pero también desde lejos. En Acción Positiva hay participantes que viajan desde Vista, al norte del condado. En ocasiones se acerca hasta gente de Tijuana. Abarcamos un ámbito amplio.

Para terminar, en el grupo Mi Familia, ¿quién motiva normalmente la visita al centro? ¿El hijo, hija o pariente de cualquier tipo cuya orientación pertenece a esta comunidad, o los padres y demás familiares?

De todo, las familias llegan en diferentes situaciones. Por ejemplo, hay padres que aparecen enojados y confundidos hacia la noticia pero al escuchar las situaciones de los demás se vuelven muy comprensivos y a menudo participan activamente y comparten sus experiencias. Luego, hay gente que llega desde el principio con muchas ganas de saber qué tienen que hacer para que sus hijos sean felices. También hay personas que no vuelven porque no están preparadas para enfrentarse a su realidad o están viendo el lado negativo de la homosexualidad, las etiquetas de fuera. Pero, por lo general, si alguien busca ayuda es porque quiere hacer algo.