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Adoptan medidas para la lucha contra la basura

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San Diego se colocó a la vanguardia de los esfuerzos a nivel nacional para reducir los residuos en los vertederos, debido a que recientemente el ayuntamiento aprobó por unanimidad un complejo proyecto para tratar de reducir a cero de la cantidad de basura producida localmente para el año 2040.

La decisión se produce un año después de que Los Ángeles adoptara una política similar contra la basura y un mes después de que la Conferencia de Alcaldes de Estados Unidos votara para alentar a todas las ciudades del país a perseguir estos objetivos. Otras ciudades con las políticas de cero residuos incluyen a Nueva York, San Francisco y Austin, Texas.

Los planes de cero basura tienen por objeto ayudar a preservar la disminución de la capacidad de los vertederos y al mismo tiempo impulsar el medio ambiente, alentando más reciclaje, menos producción de residuos y el desarrollo de nuevos mercados para los materiales reciclados y de compostas.

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Si bien San Diego literalmente no reciclaría el 100 por ciento de su basura en 2040, “en la medida de lo posible, ningún material se depositaría en los vertederos”, dijo Mario Sierra, director del Departamento de Servicios Ambientales de la ciudad.

El año pasado, más de 865 000 toneladas de residuos se dispusieron en el Relleno Sanitario Miramar, que es la única instalación de la ciudad. Ello representa una reducción de las 1.3 millones de toneladas de 1998.

El plan de San Diego incluye un paquete de nuevas regulaciones, incentivos y alza de tarifas destinadas marcadamente a incrementar las tasas de reciclaje.

“La reducción de los residuos a cero es algo que debemos apoyar 100 por ciento”, dijo el alcalde Kevin Faulconer después de la votación que quedó 9-0 en el ayuntamiento.

El concejal David Álvarez, presidente de la Comisión de Medio Ambiente del Concilio, dijo que el plan también podría ahorrar dinero de la ciudad a largo plazo, mediante el alargamiento de la vida útil del vertedero de Miramar.

“Cuanto más tengamos el basurero disponible para nosotros, menos nos va a costar la prestación del servicio de basura para nuestros residentes”, dijo Álvarez.

La ciudad lanzó la meta de cero basura en diciembre de 2013, dirigiendo a un grupo de personas para encontrar la forma de hacerle frente.

El plan de 19 páginas establece docenas de estrategias específicas que ayudan a San Diego a aumentar su tasa de reciclaje de 67 por ciento a 75 por ciento en 2020, lo que es requerido por la ley estatal, y luego a 90 por ciento en 2035, lo que coincide con los objetivos de un ambicioso Plan de Acción Climática que Faulconer propuso el pasado otoño.

Esas estrategias incluyen requerir aumentar el reciclaje de materiales durante los proyectos de construcción, incrementar el reciclaje de materiales orgánicos como los alimentos y los desechos de jardín, y la eliminación de las exenciones de reciclaje dadas ahora a las pequeñas empresas y complejos de departamentos.

El plan es menos específico en cuanto a las estrategias posteriores para llegar al 100 por ciento.

Debido a que la ordenanza dicta que los servicios de basura sean gratuitos por derecho, es imposible que la ciudad ofrezca descuentos a los residentes que aumentan sus tasas de reciclaje o imponga multas a los que no lo hacen.

La Asociación de Contribuyentes del Condado de San Diego dijo que la ciudad tiene que solucionar eso, con el fin de alcanzar la meta de cero basura.

“Algunos residentes de la ciudad no tienen ningún incentivo financiero para reducir sus residuos”, dijo Theresa Andrews, directora ejecutiva interina de la asociación.

El cambio a los acuerdos de franquicia exclusiva con los transportistas de basura, es algo que el auditor de la ciudad, Eduardo Luna, ha recomendado a San Diego para que se estudie, ya que permitiría a la ciudad incentivar a los transportistas para cumplir los objetivos de reciclaje y compostaje.

“Es el vehículo perfecto para que la ciudad adapte y negocie su programa”, dijo Lauren Ahkiam, analista de políticas de la Alianza de Los Ángeles para una Nueva Economía.

Los acuerdos de franquicia exclusiva son la clave para la campaña de cero basura en Los Ángeles, pero el cambio para adoptarlos ha sido controversial porque los críticos dicen que el nuevo sistema hará subir las tasas dificultando el funcionamiento de los pequeños transportistas cuando entren en vigor en 2017.

San Diego no podría hacer tal cambio durante al menos cinco años, porque la ley estatal requiere que los transportistas reciban aviso por lo menos con esa anticipación antes de un cambio. Sierra, director de Servicios Ambientales de San Diego, dijo que la ciudad planea alargar ese plazo al aceptar contratos de siete años con sus transportistas en los próximos meses.

Funcionarios de la ciudad estiman que los nuevos programas en el plan de cero basura costarán a la ciudad alrededor de 8 millones de dólares por año a partir de 2020.

Las propuestas para cerrar esa brecha en el presupuesto proyectado, incluyen el cierre del basurero de Miramar los domingos, y el aumento de una variedad de cuotas de residuos, reciclaje y franquicias que pagan los transportistas de basura.

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