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Hepatitis C acecha a jóvenes adictos en norte de México

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El uso de drogas inyectables ha generado una epidemia de hepatitis C en la frontera norte de México.

Se trata de personas de 38 años en promedio que portan el virus de forma asintomática, lo transmiten a sus parejas y no suelen ser atendidas hasta que desarrollan fibrosis, cirrosis o cáncer de hígado.

En los estados fronterizos, nueve de cada diez usuarios de drogas inyectables padecen hepatitis C, alertó Oralia Loza, académica del Departamento de Ciencias de Salud Pública de la Universidad de Texas en El Paso (UTEP), quien encabezó una investigación en esta región.

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“No es el VIH o sífilis, es la hepatitis C el mayor problema”, externó en entrevista la autora de el estudio “La transmisión sexual del virus de la hepatitis C entre los usuarios de drogas en la frontera entre Estados Unidos y México”.

La Red Mexicana de Reducción de Daños, que aglutina a ONG de la franja fronteriza, calcula que hay más de 24 mil personas que se inyectan drogas en los estados de Chihuahua, Sonora y Baja California.

Julián Rojas Padilla, director de la red, atiende en Ciudad Juárez a drogadictos a los que les distribuye insumos para evitar contagios.

“Cuando los recibimos y les aplicamos las pruebas de VIH, sífilis y hepatitis C, no hay nada más que hacer. La probabilidad es que van a salir positivos de éste último y solo podemos dar recomendaciones de nutrición y de los medicamentos que no pueden tomar, pero hasta ahí. Para nosotros resulta una situación alarmante”, afirmó.

El Colectivo Por una Política Integral Hacia las Droga identifica a Mexicali, Tijuana, Ciudad Juárez y Hermosillo como las ciudades que son focos rojos en consumo de drogas inyectables y, por tanto, de hepatitis C.

Jorge Hernández Tinajero, activista de esta ONG, aseguró que mientras no se discriminalice el uso de sustancias, cualquier tipo de ayuda será limitada.

“Mientras no se visibilice el problema y se mantenga en la sombra a los usuarios, no se cuidarán y el contagio se propagará, porque su carácter marginal evita que accedan a material limpio”, aseveró.

El Comité Científico de la Fundación Mexicana para la Salud Hepática (Fundhepa) identifica también el consumo de drogas como la principal causa de la transmisión del virus de la hepatitis C en la población joven.

Lucía Brown, directora de proyectos del organismo, coincidió en que la frontera norte del país es la población más vulnerable.

“Es una enfermedad sui géneris porque no se siente nada en mucho tiempo. La hepatitis C puede desarrollar fibrosis, cirrosis o cáncer de hígado”, detalló.

“Una vez detectada, a los jóvenes que estén diagnosticados, el tratamiento debe ser dejar las drogas y comenzar un tratamiento, lo que es una situación complicada”, dijo.

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