Norco celebra sus tradiciones americanas

Desde el 11 de septiembre de 2001 el uso de la bandera como símbolo de identidad cívica se ha dejado sentir, de manera constante y convirtiendo el máximo estandarte de la identidad nacional en una local y, hasta podría decirse, personal e íntima.

En la calle 6 y la avenida Temascal de Norco, como bien indica su nombre, al norte de Corona, la atmósfera rural no se puede evitar. Pacas de alfalfa y comida para animales, veterinarios y tiendas de artículos para el campo ocupan la mayor parte de los locales.

Entremezclado con ese orgullo del pasado, resaltan los andadores para caballos de hoy, en lugar de banquetas pavimentadas. Cuando se acabaron las granjas lecheras en Eastvale y la ciudad de Riverside avanzó hasta poblar la sierra, Norco tomó la decisión de no perder jamás su ambiente rural.

A la entrada de la ciudad por la carretera quince la estructura de una tienda del siglo diecinueve sirve de frente. Sobre el muro lateral una escena de caballos sirve de telón de fondo para los visitantes y lugareños.

Y esa historia que Norco se empeña en preservar toma forma el 26 de julio, con el Día Nacional del Cowboy, en donde salen a desfilar las banderas de los cincuenta estados, junto a los mejores ejemplares de caballos de la localidad. El evento consta de rodeo, lazo, carreras de costales, jalón de lazo y toda una vendimia de artículos para la cría y para las suertes de caballos.

Son pocas las áreas rurales de Riverside, pero esta ciudad conserva su aire campirano. Las banquetas de la avenida principal, la calle Sexta (que da acceso desde y hacia la carretera interestatal 15, están acondicionadas para caballos. Leyó bien, no solo son de terraplén, sino que cuentan con los típicos barandales de madera que se usan para asegurar al caballo si hace falta apearse en cualquier parte.

El Día Nacional del Cowboy fue establecido en 2004 y ha ido haciendo tradición en Norco, alimentado por el afán de preservar las tradiciones asociadas con los caballos, el campo y los años en que los pobladores del este del país, avanzaron sobre el oeste.

Como parte de toda acción municipal tiene que ver con la limpieza de la ciudad, nos apuramos a preguntar quién limpia los desechos de los caballos que circulan por la calle. Todavía no tenemos la respuesta, pero los andadores de caballos en Norco lucieron bastante limpios para nuestra cámara.

Y esta pregunta no ofrece respuesta sencilla, pues los caballos no son como los perros y no se puede esperar que los jinetes carguen una pala, ni tampoco que coloquen en bolsa sus desechos, como se hace con los perros.

Por lo pronto está vigente la ordenanza no. 889 de 2008 en donde se informa a la comunidad de las medidas necesarias para limpiar el estiércol y regular la contaminación de las aguas. En esa ordenanza se estipula la necesidad de limpiar ya sea diario o, por lo menos, una vez a la semana, además de otras medidas para mantener la limpieza bajo control.

Cintas tricolores

La otra cualidad de Norco es el patriotismo con sabor local, tan único, que hasta la división de la calle fue pintada con los colores de la bandera, para sustituir el habitual color amarillo, reglamentario del departamento de vehículos.

Cuando notamos la peculiaridad de los colores de la línea divisoria, no perdimos la oportunidad de consultar a los habitantes de la ciudad. Un cliente de la farmacia nos aseguró que se debía al 4 de julio. Pero en las oficinas de la ciudad nos refirieron a las actas del cabildo para consultar acerca de la propuesta que, según la recepcionista, respondía a la solicitud de alguien que ofreció pagar por la instauración de los colores para la línea divisoria entre carril y carril y su trazo.

Luego de algunos telefonazos y varias lecturas bastante ilustrativas, recibimos la llamada de Cheryl L Link, secretaria del ayuntamiento, quien nos informó acerca de cómo se llevó a cabo esta medida, como parte de las muestras de solidaridad de la ciudad de Norco, luego del 11 de septiembre de 2001. Este año, la medida cumplirá 13 de haberse implementado.

La idea nació de una habitante de Norco, Barbara Dimmerling quien la propuso al cabildo en septiembre de 2001, con motivo de los sucesos trágicos ocurridos en Nueva York.

Según el memorándum del cabildo, de fecha octubre 17 de 2001, la solicitud original contemplaba que se pintasen con los colores de la bandera de Estados Unidos, azul, blanco y rojo, las dobles líneas que marcan el carril intermedio que solo se utiliza para dar vuelta. Pero los reglamentos de tránsito no habrían permitido que se autorizase esa variación.

En cambio sí se autorizó que a los lados de la línea blanca, quebrada, que divide los dos carriles de circulación en un mismo sentido, de ambos lados de la avenida, fuesen decorados con similares líneas intermitentes roja y azul.

La emblemática acción se llevaría a cabo a lo largo de la calle Sexta, entre Sierra Avenue y Crestview Drive a lo largo de un tramo de 1.9 millas. En el mismo memorándum del cabildo se notifica que la autorización se llevó a cabo a cargo de la ciudad, que dedica una porción de su presupuesto al mantenimiento de sus calles y de sus señalamientos.

Barbara Dimmerling agradeció al cabildo que siguieran su sugerencia. “Debemos trabajar como un equipo el consejo de la ciudad, sus empleados y los residentes de Norco para hacer de esta ciudad lo que nosotros, ciudadanos de Norco, queremos”.