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Valencia: Huerta en flor

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Desde la invasión árabe, los exteriores de Valencia gozan de una bien ganada fama de belleza y tranquilidad.

Esta población mediterránea se explora como una gran huerta de naranjos, jardines de flores brillantes y arrozales que se extienden en las cercanías de la Albufera, la laguna situada a las afueras de la ciudad.

Ya desde la época en que Valencia fue territorio árabe, a finales del siglo 8 y hasta principios del siglo 12, la capital de la Comunidad Valenciana goza de fama por sus espacios de recreo al aire libre.

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Dividiendo la ciudad, los Jardines del Turia se extienden por el antiguo cauce del río Turia en línea recta a lo largo de 9 kilómetros y 105 metros de ancho, desde el Parque de Cabecera y un poco más allá de la Ciudad de las Artes y las Ciencias (CAC), el famoso complejo de divulgación cultural proyectado por Santiago Calatrava y Félix Candela, que diera un nuevo símbolo de identidad al destino a partir de la apertura del L’Oceanografic, el mayor acuario de Europa, en el 2002.

Comenzamos a recorrer los Jardines a la altura de las torres de Serranos, puerta de la antigua muralla medieval que protegía a Valencia.

Por debajo del Puente de las Flores o el Puente del Mar, nos unimos a los ciclistas, corredores, niños que juegan a la pelota, chicas que ensayan coreografías gimnásticas y a otros turistas que aprovechan la tarde cálida para convivir en este espacio, que lo mismo es pulmón que columna vertebral de la ciudad.

El Jardín del Turia es resultado del Proyecto Sur, con el que se desvió el cauce de la corriente del Turia para que nunca volviera a ocurrir otra tragedia como la riada de octubre de 1957, que cobró la vida de decenas de personas.

Poco más adelante hallamos a Gulliver, una representación gigante del viajero de la novela de Jonathan Swift, tendido en medio de un parque. Como auténticos liliputienses, niños y adultos se deslizan por los cabellos y las arrugas de la ropa del gigante, planeados como resbaladeros de piedra.

Nuestro paseo por los Jardines concluye a la entrada de las Ciudad de las Artes y las Ciencias, donde la sucesión de estructuras en blanco y azul comienza con el Palau de les Arts Reina Sofía, dedicado a la ópera y cuya fachada está actualmente en proceso de remodelación, seguido por el Hemisfèric, una sala de cine IMAX y proyecciones digitales, el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe, centro de ciencia interactiva, el mirador ajardinado y estacionamiento Umbracle, el espacio multifuncional Ágora y por último el acuario Oceanogràfic.

Los valencianos están orgullosos del poco tráfico vehicular que tienen, en comparación con otras urbes españolas como Madrid o Barcelona, la tranquilidad con la que viven y lo sencillo que les resulta ir de un lado a otro en poco tiempo.

Sin necesidad de un auto, el centro de Valencia y sus principales puntos de interés se recorren a bien paso a bordo de bicicletas que los turistas pueden rentar. En el barrio del El Carmen hay varios locales para alquilar este medio de transporte ecoamigable, que ofrecen guías y mapas para moverse como un habitante más.

Las Torres de Serranos es una de las visitas que no pueden faltar cuando se visita la ciudad del Turia. Puerta principal de la antigua muralla árabe, construida por Pere Balaguer entre 1392 y 1398. Tiene un mirador abierto al público cuya entrada general es de 2 euros por persona y entrada libre los domingos y días festivos. Es un popular punto de partida para recorrer la ciudad.

Desde allí podemos acceder a pocos minutos en línea recta con la Basílica de la Virgen de los Desamparados. Dedicado a la patrona de Valencia, el templo fue inaugurado en 1667. Se encuentra en la Plaza de la Virgen, donde se llevan a cabo las tradiciones más populares de la ciudad y donde siempre hay movimiento en las terrazas y junto a la Fuente del Turia.

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En frente de la basílica se encuentra el Palau de la Generalitat. Sede oficial del gobierno de la Comunidad Valenciana, este edificio gótico fue construido entre 1418 y 1952. La parte más antigua da hacia la Plaza de la Virgen. En la torre más moderna están las oficinas del Presidente de la Generalitat.

Junto a la basílica y formando parte del complejo comprendido en la plaza de la Virgen, está la Catedral de Valencia. Dentro de su Aula Capitular se conserva el Santo Cáliz de la última cena. El templo gótico fue construido entre el siglo 13 y el siglo 18. En la llamada puerta de los Apóstoles, cada jueves se lleva a cabo el Tribunal de las Aguas, tradición Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, por medio de la cual se resuelven asuntos relacionados con el reparto de agua para riego. El campanario gótico del Miguelete, una torre de casi 60 metros, es uno de los símbolos de la ciudad.

Al sur, la fachada principal de la catedral da a la plaza de la Reina. Este área semipeatonal adyacente a la Catedral está rodeada de bares con terrazas, chocolaterías y horchaterías clásicas como la de Santa Catalina, que toma el nombre de la iglesia de Santa Catalina que se distingue por su torre barroca. Desde aquí salen los autobuses turísticos que van por toda la ciudad.

Callejeando por la zona, podemos llegar a la Lonja de la Seda. El edificio, patrimonio de la Humanidad, declarado por la UNESCO en 1966, es una de las representaciones más bellas del gótico civil mediterráneo. Fue construido por Pere Compte a partir de 1483, con las características de una catedral, pero de uso laico. Fue sede del primer banco comercial. No hay que perder de vista sus gárgolas.

En frente de la Lonja, se encuentra el Mercado Central de Valencia. De estilo modernista, el edificio del mercado fue construido entre 1910 y 1928. Es el lugar para sumergirse en los sabores y olores de la gastronomía valenciana, donde se encuentran ingredientes frescos.

Esta ruta es solo una sugerencia de algunos de los monumentos imprescindibles por visitar cuando se está en Valencia. Pero como toda ciudad histórica, es una ciudad para perderse por sus calles y buscar “las riquezas que atesora y la voz del agua, canto de alegría que nació a los ritmos de la guitarra mora” que menciona el himno de la capital de la huerta.

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