Advertisement
Advertisement

Las debilidades del Chapo Guzmán

Share

Joaquín “El Chapo” Guzmán tiene tres talones de Aquiles: las mujeres, el gusto por la comodidad y el maltrato a sus operadores.

En las dos últimas administraciones, el Gobierno federal ha estado cazando al capo con base en un seguimiento puntual de esos tres aspectos que considera como sus “debilidades”.

Un documento especial preparado por instituciones de seguridad nacional reporta que el intercambio de información permitió integrar datos biográficos de 22 miembros del círculo familiar, 21 del de negocios u operativos y 27 de protección institucional.

Advertisement

El aparato federal ha integrado bancos de voces, bases de datos con información de tiendas departamentales y empresas de televisión e internet satelital, y ha comisionado a un grupo aeromóvil de la Fuerza de Tarea Sierra Madre, para rastrear al capo en el “Triángulo Dorado”.

Sin embargo, a 13 años de su fuga del penal de Occidente, en Jalisco, todos los esfuerzos han sido infructuosos para terminar con la leyenda del líder del Cártel de Sinaloa, quien parece contar todavía con contrainteligencia suficiente para calcular la estrategia gubernamental.

De acuerdo con el informe, en la última década Guzmán ha permanecido la mayoría del tiempo escondido en zonas inaccesibles del Triángulo Dorado, principalmente en seis puntos de Sinaloa y en 12 de Durango.

Las Fuerzas federales han desplegado operativos para capturarlo en las localidades de Toahayana, Santa Rita de Abajo, El Aguajito, Tameapa, Rancho El Roble y La Tuna, en Sinaloa; y en El Durazno, El Plátano, Mesa de San Juan y Tamazula, en Durango.

En más de un lustro, el Gobierno sólo detectó a Guzmán en dos zonas urbanas: Culiacán, Sinaloa y Los Cabos, Baja California Sur. En ambos sitios logró huir.

El análisis señala que, pese a andar a salto de mata, una debilidad de “El Chapo” es su preferencia por las comodidades, pues trata de llevar a los lugares más remotos los servicios de telefonía satelital, tecnología y acondiciona sus cabañas con lujos.

Pero, la debilidad que ha estado a punto de costarle la libertad al capo es su gusto por las mujeres.

En la biografía de “El Chapo” hay siete parejas sentimentales, todas monitoreadas y seis de ellas con hijos reconocidos: Karla Pérez Martínez, Griselda López Pérez, Adriana Trejo Retamoza, María Alejandrina Salazar, Blanca Esthela Peña García, Emma Coronel Aispuro y Agustina Cabanillas Acosta.

La última vez que pudo ser detenido fue el 21 de febrero de 2012 en el Fraccionamiento Punta Ballena de Los Cabos.

En un operativo de la Policía Federal fueron capturados su piloto Ángel López Urías, su ayudante Mario Hinojosa Villegas, su cocinera María Luisa Macías Amarilla y Agustina Cabanillas, quien era amante de “El Chapo” desde septiembre de 2010.

Aquella ocasión el capo logró escapar por cuestión de minutos, en una huída que generó el resquemor de las agencias estadounidenses a la PF, pues le proporcionaron el dato de su paradero con un grado de oportunidad alto y aún así se escabulló.

El 30 de abril de 2012, Cabanillas y los otros detenidos fueron absueltos por un juez federal de Tijuana. Ella se fue a vivir a la sierra de Sinaloa, en el área de influencia de José Alfredo Salazar “El Muñeco”, operador de Guzmán quien luego fue detenido por el Ejército el 1 de noviembre del mismo año.

Pero esta no es la única veta tras la pista del líder criminal.

Emma Coronel Aispuro, la actual esposa del capo; Alejandrina Guzmán Salazar, la hija que tuvo con María Alejandrina Salazar Hernández, y Frida Muñoz Román, viuda de Édgar Guzmán López, el hijo de “El Chapo” asesinado en 2008, han sido vigiladas por agentes encubiertos.

Entre marzo y abril de 2012 viajaron por separado a Cancún, Quintana Roo y desde que salieron del aeropuerto fueron fotografiadas.

El tercer camino que siguen las fuerzas federales para llegar a Guzmán son los errores de sus operadores.

Al hablar de sus debilidades, en el informe se señala que si bien el narcotraficante gusta de ayudar a la gente regalando dinero, “los trabajadores o sembradores reciben maltrato de los mandos medios”.

Cuando en 2010 fue liquidado Ignacio “Nacho” Coronel, el principal operador en Jalisco, el Gobierno federal se propuso ir contra 10 blancos que integran el círculo inmediato de operadores.

De entonces a la fecha 3 fueron abatidos, 6 fueron detenidos -3 de ellos en este sexenio- y sólo uno, Alejandro Flores, está prófugo.

Pero hasta ahora, tampoco los malos tratos de sus subordinados han alcanzado para que uno de sus filas entregue a “El Chapo” a las autoridades.

Rastrean al Chapo

A 13 años de su fuga del penal de Puente Grande, el Gobierno federal apuesta a la recaptura de Joaquín “El Chapo” Guzmán con el rastreo de familiares, amigos, socios y mandos que lo protegen.

El gabinete de Seguridad elaboró a mediados del año pasado un detallado reporte de su círculo más cercano, información que actualizó en octubre.

El documento integra datos biográficos de 22 familiares del capo, 21 colaboradores y 27 personajes que le brindan protección institucional.

El documento, al que tuvo acceso Grupo Reforma, contiene fotografías inéditas de estas personas, entre las que se encuentran siete parejas sentimentales del líder del Cártel de Sinaloa con sus respectivos hijos.

Entre marzo y abril de 2012, el puerto fue visitado, por separado, por Emma Coronel Aispuro, actual esposa del capo; Alejandrina Guzmán Salazar, hija que tuvo con María Alejandrina Salazar Hernández, y Frida Muñoz Román, viuda de Édgar Guzmán López, hijo de “El Chapo” asesinado en 2008.

Las mujeres fueron fotografiadas al salir del Aeropuerto Internacional de Cancún, al momento de tomar un taxi y en los hoteles donde se hospedaron.

Enfrenta problemas de salud

Aun más que la persecución de las fuerzas federales, Joaquín “El Chapo” Guzmán tiene otros dos problemas que también le pueden costar la vida: la diabetes y una enfermedad cardiovascular.

La información de inteligencia que ha recabado el Gobierno federal revela que el capo padece desde hace algunos años de una concentración excesiva de azúcar en la sangre y de un tipo de cardiopatía que le exige disponer de atención médica.

De acuerdo con un informe especial, para el Gobierno las enfermedades son parte de las debilidades más notables del capo, pues también se tiene conocimiento de sus malos hábitos, como el gusto por las fiestas.

Reforma publicó en diciembre que la PGR investigaba la versión, proporcionada por la DEA, del ingreso de “El Chapo” a un hospital de Jalisco, para atenderse por un paro cardiaco.

Al parecer, el dato surgió de algunas conversaciones interceptadas en radios con frecuencia UHF, entre narcos de Guadalajara.

Advertisement