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La insoportable seriedad de Joaquín Phoenix

Joaquín Phoenix.
( / Getty Images)
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“Disculpa, no te estaba poniendo atención. Estaba viendo los árboles”, dice Joaquin Phoenix, evadiendo la pregunta de si cree que las relaciones personales han mejorado o empeorado a partir de la tecnología.

Cuando se le insiste, responde desganado.

“¿Crees que estamos más desconectados? Yo creo que estamos evolucionando y que estamos más conectados. Mi personaje encuentra su humanidad gracias a la tecnología y varios de sus problemas los resuelve gracias a ella”.

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Phoenix sigue viendo ensimismado la ventana de un hotel de Nueva York que da al Central Park, mientras intenta dar una entrevista sobre Ella (Her, 2013), cinta por la que estuvo nominado a Mejor Actor de Comedia en la pasada entrega de los Globos de Oro.

“Escribe lo que quieras, de verdad me da igual. De hecho, los periodistas siempre inventan cosas, así que me harías un favor, ya no voy a contesta”, le dice a un reportero que le pregunta si no le gusta dar entrevistas.

Después hace un gran esfuerzo, toma aire y se sincera.

“Lo que me gusta de ser actor es escoger mis proyectos y actuar. Lo demás no me importa. Tienes que ser de pronto conductor de televisión, modelo y eso no me gusta nada”.

Pareciera que su personaje en Ella, Theodore, está hecho a la medida de Phoenix, pues ambos son de pocas palabras, tímidos, retraídos, no confían en la gente y les cuesta terriblemente conectarse con los demás.

De hecho, Theodore tiene pocos amigos y solamente logra entablar una relación con su computadora, de nombre Samantha, cuya voz hace Scarlett Johansson.

“Nunca sabes si un personaje es para ti o no”, profundiza el actor de 39 años, tratando de no mostrar ninguna emoción. “Jamás sé si soy el actor correcto. Siempre voy a dudar.

“Cuando leo un guión, si sé todo del personaje, no acepto. Lo que me atrapa de un proyecto es tener dudas e irlas descubriendo en el camino”.

SPIKE ENTRA A SU RESCATE

Phoenix no hace contacto visual y se nota terriblemente nervioso al golpear el piso constantemente con sus pies.

Spike Jonze, director de Ella y nominado al Óscar por Mejor Guión Original, trata de aligerar el peso que parece sufrir su protagonista y cambia el tema explicando por qué quiso hacer esta cinta.

“Leí un artículo de un programa de Inteligencia Artificial que estaban desarrollando y fui a conocerlo. Al principio estaba azorado porque realmente parecía que estaba platicando con alguien, pero al poco tiempo me di cuenta de que sólo parafraseaba o contestaba cosas muy básicas”, expresa Jonze.

“Eso me dio a pensar qué pasaría si realmente pudiera mantener una conversación profunda e inteligente con el aparato, y de ahí nació la historia”.

‘ELLA’ Y ÉL

Theodore descubre que solamente se siente cómodo con Samantha (el programa operativo que puede estar en una computadora o en un dispositivo móvil) y no sólo desarrollan una amistad, sino que se enamoran, tienen sexo, se engañan y se hieren; como en toda relación humana.

“Sucede mucho que proyectamos en el otro lo que esperamos de una pareja y nos creamos expectativas irreales”, explica el también director ¿Quieres Ser John Malkovich? (1999).

“Theodore va moldeando a Samantha debido a lo que espera de ella. Me ha dado mucho gusto recibir agradecimientos de gente que se ha identificado con ese conflicto”.

AMOR EN TIEMPOS DE LOS ROBOTS

A pesar de que pareciera una cinta de ciencia ficción por el tema de humanizar a las computadoras, Ella es una historia de amor que nos hace reflexionar, no solamente sobre las relaciones humanas y la tecnología, sino sobre qué tanto los seres humanos estamos programados -como robots- a sentir o pensar de determinada manera.

Amy Adams y Olivia Wilde aparecen en la cinta como otras posibles candidatas para tener una relación amorosa con Theodore, pero él prefiere “salir” con su computadora.

Es por eso que Johansson es un personaje fundamental en la historia de Ella. A pesar de nunca aparecer en pantalla, ganó como Mejor Actriz en el Festival de Cine de Roma (2013) y fue nominada como Mejor Actriz de Reparto en los Critic’s Choice Awards recientemente entregados.

ANTES DE ELLA, HUBO OTRA

Johansson no fue la primera opción para el personaje de Samantha, el cual fue interpretado por la actriz Samantha Morton, pero sin los resultados deseados.

“Samantha Morton nos ayudó muchísimo; de hecho, trabajó con Joaquin en el set, pero a la hora de editar la película me di cuenta que había algo que no me gustaba, y de pronto nos topamos con Scarlett y decidimos hacer un personaje muy distinto al que ya teníamos”, aclara Jonze.

“El trabajo fue muy diferente, a veces grabábamos sólo su voz, a veces sí estaba en set, cambiamos escenas.”.

A pesar de que la voz de Johansson es muy característica, ni Jonze ni Phoenix le pusieron su cara al personaje de Samantha.

“No quisimos imaginarnos a nadie, el hecho es que fuera un ser etéreo”, explica el cineasta. “Al principio es solamente un programa y va evolucionando hasta convertirse en casi una humana, quitando el hecho de que no tiene cuerpo”.

ENTONCES, ¿QUIÉN ES ‘ELLA’?

Con metáforas sobre el online-dating, redes sociales, la libertad humana, la soledad cada vez más abrumadora, la evasión al compromiso y la elección de relaciones “light”, Ella ha cautivado al público y a la crítica, recibiendo reconocimientos y nominaciones en prácticamente todos los Festivales y premiaciones del año, pues hace reflexionar sobre el futuro de las relaciones humanas.

“¿Que la cinta se volviera realidad?”, repite Phoenix más relajado, sabiendo que la entrevista llega a su fin. “Creo que sería atemorizante, pero gracioso a la vez”.

El curioso caso de Joaquin Bottom

Nacido es San Juan, Puerto Rico, Joaquin Bottom es el tercero de cinco hermanos que crecieron dentro de una comuna-secta hippie llamada “Los Hijos de Dios”.

Por lo mismo, sus hermanos, Rain y River adquirieron nombres que hicieran referencia a la naturaleza, y él tuvo el nombre de Leaf.

Cuando la familia se mudó a Los Ángeles, cambiaron su apellido a Phoenix para celebrar su nuevo comienzo.

Ahí, River, Summer y Joaquin comenzaron carrera de actores y modelos de varios comerciales.

River, el mayor, se volvió una estrella infantil en los 80 con cintas como Cuenta Conmigo (1986), y en su juventud protagonizó Idaho: El Camino de Mis Sueños (1991) con Keanu Reeves; pero murió de una sobredosis de droga a los 23 años afuera del Viper Room, un bar del que era dueño Johnny Depp.

El evento perturbó para siempre a Joaquin, quien presenció todo.

A partir de ahí, no quiso volver a actuar y evitó su nombre, Leaf.

Ante la insistencia de sus amigos, años después volvió a buscar guiones y consiguió el papel de un chico atormentado en Todo por un Sueño (1995) al lado de Nicole Kidman.

El resto es historia.

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